Activo y Pasivo

Activo y Pasivo

Cada fin de año, hago un balance y un estado de situación para saber desde donde partir en el año entrante. Este año comienza así.

Activo

Mi familia formada por mi marido y mis tres hijas, que están siempre en el activo.
Mis 4 nietos que me abrazan cuando me ven y que su sonrisa ilumina mi vida.
Mi madre que está ahí.
Las fiestas familiares, Navidades, Cumpleaños o porque hoy es hoy, simplemente
Las conversaciones nocturnas o matutinas con mi marido, que tanto me gustan.
Mis amigas que han aguantado mis tristezas, desazones y esperanzas.
Las risas sin sentido.
Los abrazos que recibo y que doy, con tanta fuerza en ellos.
Los ratos libres para pensar, leer, ver una película, soñar.
El abrazo, ese proyecto que ha inundado mi alma.
La sorpresa de recibir ayuda de algún desconocido.
La ayuda desinteresada.
Los reencuentros.

Pasivo

La frustración de tener seres queridos lejos.
Repetir los mismos errores.
Las arrugas nuevas.
El futuro incierto de otros.
La amiga del alma que está lejos porque no supimos estar.
Las amigas que no eran.
Los olvidos.
Las heridas.
Las lagrimas.

Pero este balance, no arroja perdidas sino beneficios, porque un año más tengo la oportunidad de abrir un nuevo libro en blanco. Y yo, en el mío vislumbro un montón de oportunidades…
Porque, cómo ya dije tantas veces…

Esperanza es mi palabra favorita

Anónimo
Ilustración Yelena Briksenkova
Si la cabeza te dice una cosa

Si la cabeza te dice una cosa.