Un profesor solía agredir al monje Chu Lai, pues no creía en nada de lo que éste decía. Sin embargo, la mujer del profesor era seguidora de Chu Lai, y le exigió a su marido que fuese a pedirle disculpas al sabio.
Disgustado, pero sin ganas de contrariar a su mujer, el hombre se acercó hasta el templo y murmuró algunas palabras de arrepentimiento.
-Yo no te perdono – dijo Chu Lai – Vuelve a tu trabajo.
La mujer se quedó horrorizada.
-Mi marido se humilló, y usted, que se dice sabio, ¡no fue generoso!
Respondió Chu Lai:
-Dentro de mi alma no hay ningún rencor. Pero, si él no está arrepentido, es preferible que reconozca que me tiene rabia. Si yo hubiese aceptado su perdón, estaríamos creando una falsa situación de armonía, lo que aumentaría más aún la rabia de tu marido.
"El arrepentimiento cómo el perdón debe ser sincero".
Anónimo
Ilustración Mckenzie Thorpe
Si la cabeza te dice una cosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta con tu perfil o elige la opción "Nombre/URL"... deja en blanco el URL... y asi de facil dejas tu comentario.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.