Debo aprender, que nunca dejaré de aprender y mientras continúo aprendiendo, debo permitirme vivir y sentir.
Y ahora, que me empiezo a recuperar de los dolores sufridos gracias a ni siquiera haber aprendido que aún me queda mucho por aprender.
Lo único restante por hacer es, en medio de unas cuantas lágrimas, tomar un gran suspiro y decirme a mí misma…
¡Bueno amiga…volvamos a empezar!
“Extrañando a Dina” de Mario Alonso Madrigal
Ilustración Sharon Tancredi
Si la cabeza te dice una cosa.