Pierde algo cada día. Acepta la angustia de las llaves perdidas, de las horas derrochadas en vano.
El arte de perder se domina fácilmente.
Después entrénate en perder más lejos, en perder más rápido: lugares y nombres, los sitios a los que pensabas viajar. Ninguna de esas pérdidas ocasionará el desastre.
Perdí el reloj de mi madre. Y mira, se me fue la última o la penúltima de mis tres cosas amadas. El arte de perder se domina fácilmente.
Perdí dos ciudades, dos hermosas ciudades. Y aun más: algunos reinos que tenía, dos ríos, un continente. Los extraño, pero no fue un desastre.
Incluso al perderte (la voz bromista, el gesto que amo) no habré mentido. Es indudable que el arte de perder se domina fácilmente, así parezca (¡escríbelo!) un desastre.
Elizabeth Bishop
Ilustración Caroline Hwang
Si la cabeza te dice una cosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta con tu perfil o elige la opción "Nombre/URL"... deja en blanco el URL... y asi de facil dejas tu comentario.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.