Un día, la vida me golpeó tan fuerte que me enseñó a resistir. Un día, me mintieron de tal forma que me dolió y entonces aprendí a ir siempre de frente con la verdad. Un día, me falló quien menos imaginaba y entendí que las palabras hay que cumplirlas y de los actos, hacerse cargo.
Un día hice daño a alguien y fue ahí cuando aprendí a pedir perdón. Un día lo viví triste y cuando llegó la noche, me di cuenta que es mucho más importante sonreír que llorar.
Otro día, perdí mi tiempo con cosas que no valían la pena y me di cuenta de que la vida pasa demasiado rápida como para perdérsela esperando algo que nunca va a pasar.
Un día, descubrí que tiene sentido enamorarse y pelear por lo que uno siente. Después de muchos días entendí, que en la vida todos te van a lastimar, por ello, tienes que encontrar a las personas por las que vale la pena sufrir.
Tienes que sonreír. Tienes que saber amar. Tienes que tener la grandeza de aceptar tus errores y la valentía para pedir perdón. Tienes que compartir. Tienes que cumplir. Tienes que olvidarte de los que te critican y unirte a los que te quieren.
Y sobre todo tienes que vivir cada momento como si fuera el último…
Anónimo
Ilustración Eva Armisén
Si la cabeza te dice una cosa.
Me gustan todas las poesías que pusiste pero esta especialmente :-)
ResponderEliminarGracias Medea. Un abrazo cálido.
EliminarMe gustan todas las poesías que pusiste pero esta especialmente :-)
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