No he conocido a nadie que fuera capaz de alegrarse como ella de las cosas sencillas de la vida: personas, animales, estrellas o libros, todo le interesaba, y su interés no se basaba en la altivez, en la pretensión de convertirse en experta, sino que se aproximaba a todo lo que la vida le daba con la alegría incondicional de una criatura que ha nacido al mundo para disfrutarlo...
Sándor Márai
Ilustración Feliz día
Si la cabeza te dice una cosa.