Cuando sembramos una semilla lo que esperamos de ella es que crezca. Igual sucede con lo que decimos.
Nuestras palabras tienen poder creativo. Cuando hablamos, le estamos dando vida a lo que decimos. Estamos sembrando las semillas de un árbol.
Somos quienes somos porque lo hemos pensado y hablado en el pasado y todo lo que decimos se convierte en una profecía auto realizada.
Lo que decimos de nosotros mismos es lo que estamos creyendo y creando.
Si no te gusta lo que estas experimentando comienza a cambiar tus palabras.
No sembremos semillas negativas y pongamos mucha atención a nuestras palabras.
Aprendamos a profetizar solo lo bueno y la semilla del bien y así , será la realidad que vamos a tener.
Somos responsables de crear nuestra realidad. En nuestras manos está también tener la vida que queremos tener.
Jocelyne Ramniceanu
Ilustración Sophie Blackall
Si la cabeza te dice una cosa.