Tú, yo y la mayoría de nosotros hemos sido educados en esta estúpida ideología: Siempre nos falta algo para estar completos, y solo completos se puede gozar de lo que se tiene. Por lo tanto, nos enseñaron que la felicidad deberá esperar a completar lo que falta. Y como siempre nos falta algo, nunca se puede gozar de la vida.
Siempre necesitamos más para ser felices. Queremos algo, y cuando lo alcanzamos, no es suficiente. Entonces queremos más para ser felices, y creemos que necesitamos más para ser felices, y luego más, y más.
Pero que pasaría si la iluminación llegara a nuestras vidas y nos diéramos cuenta, así, de golpe, que nuestras 99 monedas son el cien por ciento del tesoro, que no nos falta nada, que nadie se quedó con lo nuestro, que no es más redondo cien, que noventa y nueve, que todo es solo una trampa, un oasis frente a nosotros, para que andemos siempre buscando, cansados, malhumorados, infelices o resignados.
Cuántas cosas cambiarían si pudiéramos disfrutar de nuestros tesoros tal como están...
Esta es la reflexión que Jorge Bucay nos muestra en su cuento “El círculo del 99”.
Imagen Ferenc Pataki
Si la cabeza te dice una cosa.
Muy buen analisis de lo que somos
ResponderEliminarGracias Jose Miguel por tus palabras. Un abrazo cálido
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