jueves, 26 de abril de 2012

Siempre hubo en mí


Siempre hubo en mí, al menos, dos mujeres.

Una mujer desesperada y perpleja

que siente que se está ahogando y otra que

salta a la acción, como si fuera un escenario,

disimulando sus verdaderas emociones porque ellas

son la debilidad, la impotencia, la desesperación

y presenta al mundo sólo una sonrisa,

ímpetu, curiosidad, entusiasmo, interés.

No vemos jamás las cosas tal cual son, las vemos tal cual somos.

Anais Nin

Si la cabeza te dice una cosa.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...