En un principio pensé en escribir un cuento en el que la protagonista
fuera cada una de ellas y que cada una tuviera su historia.
Pero tuve la suerte de encontrar en la Web un lugar donde decían
hacer justo lo que yo quería.
Al principio, tuve dudas y me decidí a hacer solo uno.
Y tras muchos correos, algunas conversaciones telefónicas, la paciencia de mi marido y mía, buscando fotos, recordando anécdotas, y la ayuda de los profesionales de Cuentos a Medida.
El cuento termino siendo lo que esperábamos o más. Así que encargamos otro más y cuando lo recibimos, encargamos el tercero.
Este tipo de regalos son de los que no se olvidan.